Micki consiguió su primera SMS en 1987, y nunca ha podido asimilar juegos que requieran más de 3 botones.
En 1998 sintió de nuevo la llamada de los 8 bits y removió cielo y tierra para duplicar su colección.
Desde entonces, compagina su profesión de rockstar con la búsqueda de nuevos juegos para su colección y las partidas nocturnas al Wonder Boy cuando no tiene que madrugar.